José González Brito, hombre meticuloso que gusta hacer las cosas a lo grande, abrió su local a finales de 1998, lo decoró con acertados toques rústicos (techos y vigas de maderas nobles y ladrillos vistos), pero sin caer en el pastiche, y lo dotó de todos los servicios: un bar totalmente independiente en el que resaltan los jamones ibéricos y quesos del país, y dos ambientes con mesas elegantemente vestidas en tonos acordes con la decoración general. El personal, vestido de forma correcta, recibe a los comensales con amabilidad.
En su comedor principal se halla la parrilla de leña para asar las carnes de buey, cordero y solomillos de calidad, que son elegidas personalmente por el propietario. Hay también pescados frescos del país y el bacalao que se prepara de forma estupenda con diferentes salsas. De los entrantes, debemos mencionar su ensalada de cogollos con vinagreta, que se sale de lo común. Ofrece igualmente platos con verduras, tanto a la plancha con ibéricos, como en otras modalidades. Dignos de degustar son los creps rellenos, y en su lista de postres se lucen el arroz con leche quemada y el helado de guayaba casero. Dispone además de una bodega altamente seleccionada.
- Local climatizado.
- Conexión a Internet WiFi
- Parking
- Salón privado
- Se aceptan pagos con tarjeta de crédito
- Se admiten reservas (servicio de solicitud de reservas)